Las consecuencias de contaminación que se tenían antes del conocimiento y producción eran la deforestación, expansión de la frontera agrícola, desplazamiento de cultivos, destrucción del ecosistema y desplazamiento de los trabajadores de áreas rurales.
La Universidad de Murcia, desarrolló una investigación de cómo obtener biodiésel en una sola etapa y continuamente con la ayuda de enzimas y disolventes verdes. Aplicar tecnología de enzimas en disolventes verdes provoca que los aceites vegetales y grasas animales se conviertan en el producto (biodiésel) de una manera de bajo costo.
Este combustible constituye una alternativa para los derivados del petróleo, generando beneficios ambientales y a la vez económicos.
Pedro Lozano, Juana María Bernal y Michel Vaultier, realizaron un proceso continuo y sostenible de este combustible con la ayuda de la catálisis enzimática en sistemas combinados ILs y scCO2. Las enzimas cubiertas con ILs se van dentro de una columna de acero. El aceite, metanol y dióxido de carbono se van hacia unas bombas de alta presión para ir alimentando la columna de una forma continua.
El scCO2 solubiliza ambos sustratos en una fase en el reactor y la acción biocatálica permite la transformación al producto. Dicho producto se obtiene de una forma pura (entre 98 y 100%) gracias a una despresuarización realizada en el proceso.
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