domingo, 10 de noviembre de 2013

Desarrollo de argumentos



La química verde busca principalmente transformar procesos ya conocidos por otros que no contaminen tanto y tengan una mayor productividad sin perder su calidad, ya que los materiales con los que estos se llevan a cabo, repercuten en nuestra vida diaria.

Las nuevas síntesis es el principal método en el cual la química verde reduce la emisión de gases, mejorando la calidad de vida de las personas que podrían verse afectadas (Kümmerer, 2007).

Implementar el uso de solventes ayuda a disminuir la cantidad de contaminantes y subproductos. Minimizar subproductos nos ayud a aumentar la fracción de conversión, teniendo así un producto más puro y por lo tanto ya no debe pasar por mas procesos de purificación.

La industria utiliza grandes cantidades de solventes. Más del 50% de los materiales empleados en procesos farmacéuticos, son solventes. Sin embargo, la mayoría son incinerados como método de disposición final (Kang, 2010).

El agua y el dióxido de carbono son dos ejemplos de buenos solventes que ayudan a cuidar el ambiente gracias a la poca toxicidad de ambos, difusibilidad, no inflamables, etc. Así siendo los dos muy buenos para el ambiente.

Los líquidos iónicos son buenos disolventes y catalizadores ya que dichos no son inflamables, reducen el uso de energía y disminuyen la cantidad de emisiones. (Anastas & Kirchhoff, 2002).


Everts (2010), afirma que en la industria química demuestran, el cambio estructural de una molécula puede mejorar su comportamiento sin reducir su funcionabilidad. Un ejemplo es el tetrapropilenbencensulfonato (TPS), un surfactante que se usó en detergentes durante los años 50. Su biodegradablidad era muy baja y provocó grandes formaciones de espuma en los ríos y plantas de tratamiento de aguas residuales. Este problema se solucionó transformando el TPS en sulfonato de alquil benceno lineal (LAS), que se degrada con mayor facilidad.


Otro ejemplo es la síntesis de ibuprofeno. Anteriormente tenía una eficiencia del 40% y 60% de residuos. En 1990, BHC lo rediseñó y dicha eficiencia fue incrementada en un 77% con la posibilidad de llegar a un 99%, reciclando y recirculando los subproductos. La ruta verde produce más ibuprofeno en menos tiempo y facilita la reducción de los requerimientos energéticos, en comparación con el proceso original. (Anastas & Kirchhoff, 2002).


Woodley (2008), asegura que el desarrollo de nuevos medicamentos y la síntesis de moléculas bioactivas implican procesos muy costosos que incluyen la formulación, presentación final del fármaco y control de calidad en cada etapa de la manufactura del producto. La industria farmacéutica necesita de síntesis amigables con el ambiente, sin dejar de cumplir con las demandas económicas y especificación de los productos. Se debe reducir los tiempos de producción de fármacos.
Actualmente las compañías farmacéuticas están reduciendo la cantidad de residuos peligrosos en la manufactura de los productos farmacéuticos más . Pfizer, por ejemplo: rediseñó la síntesis de varios materiales, como el sildenafilo citrato, ingrediente importante del Viagra (R), y como resultado se obtuvo una ruta de síntesis más eficiente que requiere menos trabajo y proporciona una mayor recuperación de solventes (Kirchhoff, 2005).
Los cambios anteriormente mencionados, "reflejan el gran impacto que tiene la aplicación de la química verde en la resolución de problemas ambientales, impulsando la práctica de una química que permite encontrar rutas y realizar procesos que disminuyan el impacto negativo que hasta ahora, se ha ejercido sobre el ambiente, premisa fundamental del desarrollo sostenible" (Morales, 2011). 

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